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Articles by Anne Cetas

Beneficio de la duda

En 1860, Thomas Inman les recomendó a sus colegas médicos que no prescribieran un medicamento para curar si no estaban seguros de que serviría. Debían otorgarle al paciente «el beneficio de la duda». Esta frase es también un término legal que significa que si un jurado tiene pruebas conflictivas que lo hace dudar, el veredicto que debe dar es el de «inocente».

Un culto para siempre

Dos jóvenes hermanos se sentaban en la primera fila de la iglesia todos los domingos y observaban a su papá mientras dirigía el culto de adoración. Una noche, después de mandarlos a acostarse, el padre oyó que uno de ellos lloraba. Le preguntó qué le pasaba, pero el muchachito no se atrevía a contestarle. Finalmente, confesó: «Papá, la Biblia dice que vamos a adorar a Dios en el cielo para siempre. ¡Es una cantidad de tiempo impresionante!». Como imaginaba que el cielo sería un período largo de adoración, con su papá dirigiendo en el frente, ¡el lugar le sonaba bastante aburrido!

¡Gracias!

Cuando visité México, cuánto deseé haber sabido hablar español. Podía decir gracias, muy bien y hola, pero eso era todo. Me cansé de decir solamente gracias a todos los que me hablaban o hacían algo por mí.

Regla de cinco minutos

Leí sobre una regla de cinco minutos, que una madre tenía para sus hijos. Todos los días, cinco minutos antes de salir, debían juntarse y estar ya listos para ir a la escuela.

Un ramo de alabanza

Corrie Ten Boom (1892–1983) fue sobreviviente de un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial y una creyente en Cristo que se convirtió en conferenciante popular en todo el mundo. Miles de personas asistían a sus reuniones para oírla hablar sobre cómo había aprendido a perdonar a sus captores del mismo modo que Cristo le había perdonado a ella sus pecados.

¿Debo contarlo?

Jorge le estaba hablando del evangelio a Carolina. Le dijo que su pecado la separaba de un Dios santo y que Jesús había muerto y resucitado para salvarla. Carolina seguía poniendo la misma excusa para no creer: «Pero si lo recibo como Salvador, ¿voy a tener que contárselo a los demás? No quiero hacerlo». Decía que no encajaba con su personalidad, que no quería tener que hablarles a otros acerca de Jesús.

Dios está trabajando

Una noche, ya tarde, José y Teresa iban en su auto al hospital para que naciera su segundo hijo, pero sucedió algo inesperado. ¡Ella empezó a dar a luz al bebé! José llamó a emergencias y una operadora pudo guiarlo para que ayudara en el parto. Pero el bebé no respiraba. Entonces, la operadora le indicó cómo hacer respiración artificial, lo cual él tuvo que hacer durante seis minutos cargados de ansiedad. Por fin, el recién nacido tomó aire y se puso a llorar. Más tarde, cuando les preguntaron cómo habían hecho para enfrentar semejante experiencia y permanecer calmos, la operadora respondió: «¡Me alegro de que Dios trabaje a medianoche!».

Realmente asombroso

Leí estas palabras en la página web personal de una joven: «Solo quiero ser amada… ¡y él tiene que ser extraordinario!».

Problema de sumisión

Durante una entrevista en un programa de televisión, una artista famosa confesó que gastaba miles de dólares y cientos de horas todos los años en artículos para el cabello y en la peluquería. Reconocía que eso se había convertido en una adicción y admitía que tenía un problema de «sumisión al cabello».

Cosas pequeñas

Una facultad de medicina, en Nueva York, ofrece una oportunidad singular a los alumnos que se especializan en geriatría: durante diez días, residen en un hogar de ancianos y experimentan cómo es la vida allí. Aprenden lo difícil que es maniobrar una silla de ruedas, ser levantado de la cama con un elevador y tomarse de la barra de la ducha estando sentado. Uno de ellos aprendió lo importantes que son algunas cosas simples, como colocar los nombres de los pacientes a menor altura en las puertas, para que encuentren sus habitaciones con más facilidad, o poner el control remoto del televisor en un lugar accesible.